Te enseñamos todo el proceso de las etapas en la elaboración del té. El sabor y aroma de un té es el resultado de la suma de varias fases que tienen que estar muy controladas. Años de tradición e historia han ido definiendo cada una de ellas. Como resultado de estos procesos se obtiene los mejores tés. La cosecha, el marchitamiento, el enrollado, la oxidación y fermentación, el secado y finalmente la clasificación y el tamizado. Cada una de las etapas tiene sus particularidades.

Como siempre, hay que conocer las reglas para poder romperlas, y ahora que sabemos los procesos que se siguen para la elaboración del té, vamos a ver algunos casos particulares que no siguen estos procesos o los varían.

  -Los tés Oolong son tés en los que la fermentación de interrumpe poniendo a secar las hojas de té. 

-A los tés verdes se les somete a un calentamiento justo después del marchitamiento, lo que aporta sabor e impide la oxidación y fermentación.

-Los tés blancos podrían considerarse como los más naturales. Sólo pasan por el marchitamiento y el secado.

-Los tés Pu Erh se someten a una exposición al vapor, a una fermentación más prolongada y continúan modificándose durante el añejamiento.  

-Los tés Gyokuro y Matcha tienen la particularidad de que tres semanas antes de la cosecha se cubren las plantas con una lona para que la savia irrigue mejor las hojas. Luego se cosechan, se tratan al vapor y se trituran. 

-Los tés tostados se secan a alta temperatura, lo que les confiere un ligero sabor tostado.