Elaboración del té: La fermentación
La gran mayoría de productos que consumimos a diario pasan por un proceso de fermentación controlada. Quesos, panes, chocolates, embutidos o el vino son ejemplo de ello. Gracias a este proceso de fermentación se pasa de insípidos productos a otros más sofisticados. En el caso de los tés fermentados podremos disfrutar de sus nuevos e intensos sabores y aromas. Conoce todo sobre la elaboración del té: La fermentación.
¿En qué consiste la fermentación?
La respuesta corta sería: Mediante la fermentación ampliamos matices al sabor original del té. Si queremos detallar más, diremos que en el proceso de fermentación controlada del te, unos microorganismos llamados Asper nigellus, se encargan de transformar azúcares de la planta en ácidos.
Por este proceso cambiamos las propiedades organolépticas del té. Los tés que han pasado por el proceso de fermentación serán de tonos rojizos y su sabor y aroma se habrán potenciado.
¿Cómo se hace?
Hay varios tipos de fermentación y como resultado dan distintas variantes de té. El proceso básico consiste en someter las hojas del te a una humedad y temperatura controladas durante una periodo de tiempo. Transcurrido este proceso se secan las hojas nuevamente para parar el proceso de fermentación.
¿Cuál es el resultado?
Cuando disfrutamos de un té que ha sido fermentado podemos apreciar que estamos ante una bebida de tonos más rojizos y oscuros. Sus aromas y sabores se han transformado y ahora son más intensos y complejos.
¿Qué tés se someten a una fermentación?
Podemos encontrar distintos tipos de té según su grado de fermentación. Tés del tipo Oolong pasan por un proceso de semifermentación con lo que se respetan características de aroma y color de la propia planta. Por otro lado los tés negros o el pu-erh, tienen fermentaciones más intensas con las que se han obtenido nuevos e interesantes matices en su sabor y aroma.
¿Qué tés no pasan por este proceso?
Los tés que no pasan por el proceso de fermentado son los tés blancos y verdes. Son tés pocos elaborados -no por ello menos interesantes- que simplemente se recogen y se secan con lo que de ellos trasciende más el propio sabor y olor de la planta.
Casos particulares: los Pu Erh añejos.
El caso de los tés Pu Erh, es especial. Si los comparamos con un vino, estos serían un gran reserva. Además de un proceso de fermentación básico, la planta pasa por una maduración (más fermentación y más oxidación). En este proceso que puede durar hasta 10 años se acentúan la los sabores que irán transformándose y mejorando. Como resultado obtendremos auténticas joyas para el sentido del gusto.
Ahora ya sabes todo sobre la fermentación del té y como se consiguen enriquecer las básica hojas de té cosechado. Te animamos a que lo descubras por ti mismo y te sorprendas con su sabor.
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